Este blog tiene por objeto difundir las ideas de François Partant y las actividades de la asociación La ligne d´horizon entre los internautas de lengua castellana.

"Mientras asimilemos la evolución de nuestra sociedad a la de la humanidad avanzando hacia un término a la vez ideal e infinitamente futuro, mientras veamos en nuestros progresos científicos y técnicos la prueba de esta evolución de conjunto, no alcanzaremos siquiera a imaginar un proyecto político nuevo”.
François Partant.

martes, 27 de mayo de 2008

Actualidad del pensamiento de François Partant III

(Por François de Ravignan)

Soluciones ilusorias.

No llegaremos lejos pretendiendo luchar contra el paro mediante la creación de empleo, desde el momento que, como acabamos de ver, la evolución económica va en el sentido de la supresión de empleos. Es ilusorio contar sobre la formación profesional según el presupuesto de que el paro resultaría de una inadaptación de la mano de obra al nuevo contexto tecnológico: que la mano de obra se adapte o no, el objetivo de la tecnología es suprimir empleo en aras de la rentabilidad. También son ilusorias las utopías del trabajo compartido desde el momento que no se cuestiona el sistema que destruye el trabajo: en efecto, el trabajo recuperado de un lado se suprime del otro y soluciones de ese tipo sólo podrían ser eficientes en el actual contexto de intercambios generalizados si todas las naciones industrializadas las pusieran en práctica a la vez.
En cuanto a salvar el sistema por la expansión de la demanda, particularmente en el tercer mundo, esta eventualidad es poco probable. En efecto la demanda no está sólo limitada por las causas ya señaladas sino por el endeudamiento fenomenal al que han llegado esos países. Endeudamiento que es fruto del modo de desarrollo que el Norte ha inducido. Por un lado, el valor residual es a menudo demasiado débil para permitir la devolución de la deuda. Por otro, éste debe hacerse en divisas fuertes, lo que implica que las empresas intercambian su producción contra esas divisas. En otros términos, que venden a los países que las poseen, es decir a los países del Norte. He allí el dilema: exportar para pagar sus deudas, en cuyo caso no se produce más para el país; o trabajar para el país pero entonces contribuir a agravar el endeudamiento nacional.
Es irresponsable, particularmente de parte de los tercermundialistas occidentales aún bien intencionados, postular la moratoria de las deudas del tercer mundo sin hablar de corregir el proceso que les ha dado origen: se trata simplemente de permitir la reproducción del mismo escenario con todas las consecuencias degradantes que tiene sobre la economía de esos países, sin hablar de los países del Norte cuya situación financiera se encuentra por el mismo hecho fragilizada.

François Partant habría sin duda valorado de la misma manera las actuales perspectivas de inversión en los países del Este europeo: la decepción ha sido más rápida aún que en el tercer mundo.
El panorama no estaría completo sin señalar las consecuencias ecológicas del sistema mundial de producción. François Partant era muy sensible a esta dimensión de la evolución económica, que no era para él sino una razón más de poner en cuestión el sistema productivo en su conjunto: no imaginaba que se pudiera hacer respetar al sistema los equilibrios ecológicos fundamentales a partir de simples reformas y sin un cambio radical. (Continuará)

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